El sitio arqueológico Joya de Cerén se ubica al sur del actual caserío con el mismo nombre en el municipio de San Juan Opico, La Libertad. Este sitio es muy importante ya que comprende los restos de la aldea prehispánica mejor preservada en Mesoamérica. En 1993, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por ser el único sitio arqueológico en El Salvador con evidencias de vida cotidiana de los habitantes de Mesoamérica de hace de 1600 años así como por su excelente estado de preservación de la botánica y fauna antigua, y por ser una fuente de valor sobresaliente desde el punto de vista de la historia, arte y ciencia.

Entre los servicios que brinda el parque se pueden mencionar:

  • Servicio de cafetería
  • Servicio de guías (no hay pago adicional por ello, ni se aceptan propinas)
  • Servio de transporte turistico ( brindando por Transportes Turistico El Salvador)

 

Correo electrónico:
direcciondepatrimonio@cultura.gob.sv

Teléfono:
(503) 2401-5782

Dirección:
Km. 35 sobre carretera que de San Salvador conduce a San Juan Opico, departamento de La Libertad.

Horario de atención:
De martes a domingo de 9:00 a. m. a 4:00 p. m.

Historia

Joya de Cerén fue descubierto en 1976, cuando un tractor realizaba trabajos de terracería para construir silos que servirían para almacenar granos. Al remover la tierra de una colina, el tractor descubrió parte de una casa. Afortunadamente, poco tiempo después el Dr. Payson Sheets, de la Universidad de Colorado, investigó esta casa y determinó que tenía por lo menos 1400 años de antigüedad y desde esta fecha ha sido protegido e investigado.

Joya de Cerén fue una de las aldeas mayas que estaban ubicadas en el valle de Zapotitán cuando en el siglo VII d.C. hizo erupción el volcán caldera de Ilopango y el sitio fue cubierto por la ceniza volcánica del evento eruptivo, preservándose así las construcciones de tierra y los artefactos del lugar. Hasta la fecha no se han encontrado cuerpos humanos, por lo que los expertos suponen que los habitantes lograron huir apresuradamente hacia otro lugar. Afortunadamente para los arqueólogos, los aldeanos dejaron todas sus pertenencias en el lugar y así hemos conocido sobre la vida diaria de un antiguo periodo de la época prehispánica en El Salvador.

Hasta la fecha se han descubierto diez edificios consistentes en casas, bodegas, una cocina, un edificio donde practicaba una chamana (adivinadora), un temazcal o baño sauna, un edificio cívico donde se reunían los líderes de la comunidad para solucionar problemas locales y un edificio donde se guardaban objetos y se preparaban alimentos que se servían durante ceremonias y otras festividades. También se han encontrado plantas, semillas y comida de esa época.